viernes, 7 de noviembre de 2008

Nuestra utopía: educación gratuita


Para las elecciones del 28 de septiembre, cientos de ecuatorianos se reunieron en los diferentes recintos electorales para dar su voto por el sí o el no.

A mi parecer, la Nueva Constitución tenía un tinte extremadamente socialista, pero esta fue la razón por la que millones de estudiantes le dieron un “sí” al cambio, porque esperaban que el proyecto les diera la posibilidad de educación gratuita.

Según la página pcmle.org, la UNE, FESE y FEUE, presentaron varias propuestas a la Asamblea Constituyente, de las cuales fueron recogidas la mayoría.

En un artículo publicado el primero de julio del año presente, pcmle.org publicó la siguiente nota: “La Asamblea Nacional Constituyente, en la mesa 1 de Derechos Fundamentales y Garantías Constitucionales, inició el debate y aprobación de los artículos relacionados con la educación que luego serán debatidos en el pleno, donde se considera que se obtendrá su aprobación.”

Se suponía, entonces, que los colegios y universidades, laicos y fiscales, sean gratuitos y con una educación de calidad. Hemos visto ya avances, como la creación de la Escuela del Milenio de Guayaquil, pero me parece que el Estado no tiene todo el dinero que se necesita para costear educación superior.

Varios estudiantes de la Universidad Central de Quito, estuvieron en manifestaciones reclamando sus derechos por una educación gratuita. Esta promesa se ha cumplido, pero sólo para estudiantes que se inscriben hasta segundo semestre de cualquier carrera. Esto quiere decir que, por ejemplo, sin una persona de una universidad privada quiere convalidar sus estudios en la Central, no puede hacerlo gratuitamente a menos que entre desde el primer año.

Diario el Universo, por su parte, publicó una nota el 25 de octubre, donde cuenta una historia de un estudiante de la Escuela Politécnica del Litoral (Espol), en Guayaquil, en la cual un estudiante paga $430 de matrícula e inscripción de materias. “Lo que paga en su facultad, dice Valverde, es lo que en las universidades se conoce como autofinanciamiento.”

Este sistema de autofinanciamiento rige desde hace 20 años en las universidades públicas, cofinanciadas y politécnicas del país según Diario el Universo, y esto ha permitido pagar los sueldos a los docentes y las planillas de servicios básicos, además de mejorar la infraestructura, implementar laboratorios y dar becas.

“Con la nueva Constitución, que entró en vigencia desde el pasado lunes, este aporte económico fue eliminado, pues el artículo 356 garantiza la gratuidad en la educación superior pública hasta el tercer nivel.”

Sin embargo, Carlos Cedeño, rector de la Universidad de Guayaquil, aseguró que las carreras tuvieron que ser autofinanciadas, porque los fondos que brinda el Gobierno no alcanzaron ni siquiera para cubrir los gastos de las profesiones

“Por ejemplo, en la de Ingeniería Química los estudiantes de las carreras de Gastronomía y de Ingeniería en Sistemas de Calidad representan al año un presupuesto de $ 1’250.000 en autofinanciamiento.”

Con este dinero, se ha puedido pagar a los 60 docentes de ambas especializaciones, al igual que cubrir los servicios básicos que requiere Universidad.Todo esto nos dice que la utopía de la Nueva Constitución nos deja soñar, pero no desenvolvernos. El Gobierno ha dado ideas buenas, de mucha igualdad para con todo el pueblo ecuatoriano, pero lastimosamente nuestra economía no permite costear y cubrir la pobreza de millones de ecuatorianos.

No hay comentarios: